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 SEBASTIÁN PIENSA EN EL ETERNAUTA ETERNO



En 2020, la pandemia me llevó a leer finalmente El Eternauta, una ya vieja historieta argentina de ciencia ficción guionada por H. G. Wells.... no, disculpen, por el gran  Héctor Germán Oesterheld. Empecé leyendo la versión original publicada entre los años 1.957 y 1.959 cuyo dibujante fue Francisco Solano López, para luego leer la reversión dibujada por Alberto Breccia que, condensación mediante, se publicó en la revista Gente durante 1.969.

El contexto de encierro en 2020 por un virus mortal que de repente asola a toda la humanidad fue propicio para atender a esta historieta clásica, tantas veces escuchada como referencia pero nunca disfrutada como debía ser. Juan Salvo, el protagonista, nos cuenta la historia de la invasión extraterrestre que con una nevada mortal diezma a la humanidad, y los supervivientes de Buenos Aires enfrentarán a los alienígenas con su valor e ingenio.

Sería muy lindo para mí desarrollar los temas del argumento, como la batalla de la Avenida General Paz, la base de operaciones en la cancha del club River Plate, y otros lugares icónicos de la Ciudad de Buenos Aires citados por la trama: la glorieta de Barrancas de Belgrano, la Plaza Italia o la red de subterráneo; incluso son muy interesantes los tipos de personajes enemigos como los hombre-robot, los Manos o los misteriosos Ellos. ¿Qué podría decir de original al respecto? Probablemente nada. 




No soy el primero ni seré el último en atender a tan buen material argentino de ciencia ficción, quizás desconocido por las generaciones actuales, ya que fue publicada originalmente a fines de la década del 50. Últimamente se ha prometido una versión televisiva producida por el gigante del streaming Netflix. Pero además de recomendar su lectura encarecida a quien pueda hacerlo, y decir que las pandémicas paranoias actuales han sido vistas por Oesterheld mucho tiempo atrás, debe reconocerse en El Eternauta una cosmovisión humana y política que es lo que quiero comentar brevemente en las siguientes líneas.

Como señalé anteriormente, una fuerza alienígena invade el planeta y diezma la población con una nevada mortal. Más adelante en la trama, tras la expedición al exterior de las casas de los sobrevivientes, en principio conoceremos a Los Cascarudos. Estos son como insectos gigantes extraterrestres controlados por un sistema tecnológico incrustado en su sistema nervioso. Es decir, no tienen voluntad propia y actúan bajo la orden de un otro a la distancia. A ellos se los vence tomando sus armas en la Batalla de la General Paz. 

Los Gurbos son otros seres extraterrestres de mayor tamaño que Los Cascarudos, también teledirigidos y de aspecto animal. Estas bestias hacían temblar la ciudad como si de terremotos se tratara. 




Sin embargo, los humanos que sobrevivieron a la mortal nevada podían servir como hombres-robot teledirigidos si habían sido capturados. Así fue como el protagonista, Juan Salvo, logra escapar a punto de ser convertido en uno de esos, enfrentando a un Manos, extraterrestre con decenas de dedos que usaba ágilmente sobre paneles de computadoras con las cuales controlaba los ejércitos de bestias… 

Observemos el tiempo lejano en que fue escrita esta historieta, cuando nadie siquiera imaginaba que hoy se suele hacer semejantemente práctica en la realidad; y si lo vemos con cierta ironía parecerá sin duda otra visión profética. Pero no quiero denunciar una verdadera profecía, por supuesto, sino la conveniencia de utilizar este texto para leer crítica e irónicamente la actualidad, donde desde los discursos dominantes teledirigidos, aquellos que renuncien a su voluntad propia serán manejados como Cascarudos, Gurbos u hombres-robot. Tristemente, esos tres tipos de personajes están a la misma altura, es decir, bajo el dominio de Los Manos.




Los Manos son los extraterrestres de aspecto semejante al humano, cuya principal característica es la de poseer unas manos con muchísimos dedos que usan hábilmente. Son quienes controlan a los seres que señalamos anteriormente, en forma remota, usando una tecnología avanzada proveniente de Los Ellos, la verdadera raza conquistadora en esta invasión, seres a los que nunca llegaremos a ver directamente. Los Manos son habitantes de otro planeta que, luego de su conquista, Los Ellos esclavizaron y mantienen bajo control con una glándula injertada en cada uno al momento de nacer. Por esa razón, al momento de sentir temor, como la producida por el miedo al escarnio tras una desobediencia o ante la incertidumbre que aterra, esa glándula segrega veneno y los mata en cuestión de minutos.

Yo no pretendo aquí señalar a ésto como una idea admirable, nada que ver; simplemente busco llamar la atención en el procedimiento cohercitivo sobre un otro, en base al terror de obligarlo a no tener terror -paradójicamente-, y a cumplir así los mandatos sin titubeos con el fin de construir una cadena de mandos incuestionable. 

El ser humano consciente, cuya voluntad se dirige hacia un fin como guerrero y no cede ante la dificultad, es el protagonista: Juan Salvo. Él incluso sabe lamentarse por el triste destino de Los Manos, y puede ver el drama de las otras civilizaciones de una misma galaxia que la suya, bajo la tiranía de Los Ellos. Sin embargo, descubrir la debilidad de Los Manos sirvió no solo para defenderse sino también para conocer la temeridad de los invasores, quienes sin duda son capaces de convertir a la humanidad superviviente en sus esclavos.






Por eso, la gran pregunta que aún suena en mi mente es respecto a la fabulosa construcción de sentido hecha con aquel enemigo invisible: Los Ellos. Son quienes controlan, según confesaron Los Manos, en base al temor; transforman seres vivos en robots teledirigibles carentes de voluntad propia. 

¿Cómo hacer frente a semejante amenaza? Tal pregunta es útil dentro y fuera de la historieta de Oesterheld. Sin embargo, la mejor explicación que tenemos a tal enigma es la descripción del enemigo, o mejor dicho, la enumeración de sus desdibujadas características: es invisible, actúa manipulando a otros seres que trata como esclavos; hace actuar a sus esclavos por órdenes teledirigidas, eliminando su voluntad si es que la tenían; reinan desde el terror. Lo que los hace invisibles es esa capacidad de actuar a distancia, sin prestar sus cuerpos en la batalla, y eso a la vez es lo que los hace huír ante el valor de Juan Salvo y la resistencia humana: al perder su brazo ejecutor carecen de recursos para ser cohercitivos. De esa forma, ya no tienen cómo influir sobre la humanidad (por el momento). 

En El Eternauta, los protagonistas ya especulan con que su triunfo haya sido momentáneo, y metafóricamente, me siento tentado de sugerirles en el espacio, tiempo, y planos de significación lejanos donde vivo, que ya no se preocupen: no existen Los Ellos. Sí existen desconocidos poderes que se ocultan en el anonimato e influyen en los poderes visibles a través de factores como los pactos, las deudas, también desde organizaciones secretas, o a través de la influencia en relaciones públicas… pero casi seguro que no son extraterrestres. Bah, creo....




Habiendo ya repasado en artículos previos de este blog cómo en  narraciones ‘distópicas’ se plantean futuros posibles en base al análisis profundo de la realidad y sus consecuencias (Brave New World, 1984), parece que El Eternauta se inscribe en tal lista. Sin embargo, no es así; esta historieta de ciencia-ficción (como muchas otras) utiliza construcciones y personajes futuristas y/o alienígenas para hablar de la actualidad. Incluso, de lo que en el presente no se puede tratar de manera directa, funcionando como una válvula de escape para tratar asuntos reprimidos que de forma explícita serían censurables o peligrosos, según los parámetros de los discursos sociales predominantes. Siguiendo esta línea de reflexión, afirmamos que El Eternauta nos acerca al concepto de ‘Los Ellos’, hoy tan omnipresente en las teorías de conspiración que apuntan a élites de poder ocultas y las investigaciones sobre noblezas negras (desde los Iluminati a la Nobleza Negra de Venecia, pasando por la relación de las élites ocultas con razas reptilianas provenientes de la 4ta dimensión).

A modo de cierre, quiero dejar un sencillo juego de palabras: Los Ellos no pueden hacer nada ante los Individuos conscientes que mantienen su voluntad dirigida hacia el sí mísmo.


SEBASTIÁN THINKS ABOUT ETERNAL 'El ETERNAUTA'

   In 2020, the pandemic led me to finally read El Eternauta, an old Argentine science fiction cartoon scripted by H. G. Wells ... no, excuse me, by the great Héctor Germán Oesterheld. I started by reading the original version published between 1957 and 1959, whose draftsman was Francisco Solano López, and then read the reversal drawn by Alberto Breccia that, condensation through, was published in Gente magazine during 1969.

The context of confinement in 2020 by a deadly virus that suddenly ravages all of humanity was conducive to attending this classic comic, so many times heard as a reference but never enjoyed as it should be. Juan Salvo, the main character, tells us the story of the alien invasion that decimates humanity with a deadly snowfall, and the survivors of Buenos Aires will confront the aliens with their courage and ingenuity.

   It would be very nice for me to develop the themes of the plot, such as the battle of General Paz Avenue, the base of operations on the River Plate club field, and other iconic places in the City of Buenos Aires mentioned by the plot: the roundabout of Barrancas de Belgrano, Plaza Italia or the subway network; Even the types of enemy characters such as the robot man, the Hands or the mysterious Them are very interesting. What could you say about original about it? Probably nothing.

   I am not the first nor will I be the last to attend to such good Argentine science fiction material, perhaps unknown by current generations, since it was originally published in the late 1950s. Lately, a television version produced by the giant has been promised streaming Netflix. But in addition to recommending its reading to those who can, and saying that the current paranoia pandemics have been seen by Oesterheld a long time ago, a human and political worldview must be recognized in El Eternauta, which is what I want to briefly comment on in the following lines.

   As I noted earlier, an alien force invades the planet and decimates the population with a deadly snowfall. Later in the plot, after the expedition to the exterior of the houses of the survivors, in principle we will meet Los Cascarudos. These are like giant alien insects controlled by a technological system embedded in their nervous system. That is to say, they have no will of their own and act under the command of an other from a distance. They are defeated by taking their weapons in the Battle of General Paz.

   The Gurbos are other extraterrestrial beings of greater size than The Cascarudos, also remote-controlled and animal-like. These beasts made the city shake like earthquakes.

   However, the humans who survived the deadly snowfall could serve as remote-controlled robotmen if they had been captured. This is how the protagonist, Juan Salvo, manages to escape on the verge of being turned into one of those, facing a Manos, an alien with dozens of fingers that he used agilely on computer panels with which he controlled the armies of beasts ...

   Let us observe the distant time in which this comic was written, when nobody even imagined that today it is usually done similarly in reality; and if we see it with a certain irony, it will undoubtedly seem another prophetic vision. But I do not want to denounce a true prophecy, of course, but the convenience of using this text to critically and ironically read current events, where from the dominant remote-controlled speeches, those who renounce their own will will be handled as Curmudgeons, Gurbos or robot-men . Sadly, those three types of characters are at the same height, that is, under the dominance of Los Manos.

The Hands are aliens with a human-like appearance, whose main characteristic is that of having hands with many fingers that they use skillfully. They are the ones who control the beings that we pointed out previously, remotely, using advanced technology from Them, the true conquering race in this invasion, beings that we will never see directly. The Hands are inhabitants of another planet that, after their conquest, The They enslaved and keep under control with a gland grafted into each one at birth. For that reason, when they feel fear, such as that produced by the fear of derision after a disobedience or in the face of the uncertainty that terrifies, that gland secretes poison and kills them in a matter of minutes.

   I do not pretend here to point out an applicable idea, nothing to do with it; I simply seek to draw attention to the procedure of forcing another, based on the terror of being obliged not to have terror - paradoxically - and to fulfill the mandates without hesitation in order to build an unquestionable chain of command.

   The conscious human being, whose will is directed towards an end as a warrior and does not give in to difficulty, is the protagonist: Juan Salvo. He even knows how to mourn the sad fate of Los Manos, and can see the drama of other civilizations in the same galaxy as his own, under the tyranny of Los them. However, discovering the weakness of Los Manos served not only to defend themselves but also to learn about the recklessness of the invaders, who are undoubtedly capable of turning surviving humanity into their slaves.

   Therefore, the great question that still rings in my mind is regarding the fabulous construction of meaning made with that invisible enemy: Them. They are the ones who control, as Los Manos confessed, based on fear; They transform living beings into remote control robots devoid of their own will.

   How to deal with such a threat? Such a question is useful in and out of Oesterheld's cartoon. However, the best explanation we have for such an enigma is the description of the enemy, or rather, the enumeration of his blurred characteristics: he is invisible, he acts by manipulating other beings that he treats as slaves; he makes his slaves act on remote orders, removing his will if they had it; they reign from terror. What makes them invisible is that ability to act from a distance, without lending their bodies in battle, and that at the same time is what makes them flee from Juan Salvo's courage and human resistance: when they lose their executing arm, they lack power. resources to be enforceable. That way, they no longer have a way to influence humanity (for the moment).

  In El Eternauta, the protagonists already speculate that their triumph was momentary, and metaphorically, I am tempted to suggest to them in space, time, and distant planes of significance where I live, that they no longer worry: The Them do not exist. Yes there are unknown powers that are hidden in anonymity and influence the visible powers through factors such as pacts, debts, also from secret organizations, or through influence in public relations ... but almost certainly they are not aliens. Bah, I think ...

   Having already reviewed in previous articles on this blog how in ‘dystopian’ narratives possible futures are posed based on the in-depth analysis of reality and its consequences (Brave New World, 1984), it seems that El Eternauta falls within such a list. However, this is not the case; This science fiction comic (like many others) uses futuristic and / or alien constructions and characters to talk about current affairs. Even, which in the present cannot be dealt with directly, functioning as an escape valve to deal with repressed issues that would explicitly be objectionable or dangerous, according to the parameters of the predominant social discourses. Following this line of reflection, we affirm that El Eternauta brings us closer to the concept of 'The They', today so omnipresent in conspiracy theories that point to hidden power elites and investigations on black nobility (from the Illuminati to the Black Nobility of Venice, through the relationship of the occult elites with reptilian races from the 4th dimension).


   By way of closing, I want to leave a simple play on words: The They cannot do anything before the conscious Individuals who keep their will directed towards themselves.

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