Bitácora de Conciertos - Intro
Lamento no haber escrito los miles de conciertos que he presenciado. Lamento haber dejado pasar los pensamientos que me visitaron durante esos exquisitos momentos de contemplación que experimenté mientras meditaba en esos lugares, donde los sonidos me rodeaban y bailaban ante mí. Sin embargo, el haber tenido una bitácora de conciertos desde siempre no sería equivalente a volver a los momentos vividos en la contemplación del Arte, sino solamente un registro que permite la ilusión de que se puede volver a un espacio-tiempo en donde se fue feliz, o al menos, uno mísmo. Y ello no quita la necesidad de escribir: somos narraciones, finalmente, o no somos nada.
Experimentar un concierto, recital o experiencia musical de cualquier tipo nos aleja de la realidad mundana, aunque escuchar música pueda ser algo cotidiano y ni que hablar para un música. Muchas veces me preocupa que los músicos aparecen a presenciar conciertos cuando se trata de un ‘evento’ o cuando son parte de ellos. ¿No negarán que la razón de ser para su arte es justamente el que haya una presencia no solamente de ellos sino de un público que se arriesga a sus caprichos artísticos? Yo decidí ser público, silencioso y respetuoso, porque no me interesa mucho más que el propio Arte y lo que ello produce en mí. Aunque es divertido ver un poco más y reflexionar sobre el hecho en su conjunto, el contexto en que el arte se desarrolla, tan social y burdo que se asemeja a los patrones de movimiento del tránsito urbano o se lo puede emparentar con los procesos de selección natural que describe la teoría de las especies. Elucubraciones, especulaciones cuyo sentido es darle sentido a una realidad que carece de sentido.
De eso se trata esta aventura: recordar, traer aquello que me generó la música y su contexto, y a la vez registrarlo aquí: Bitácora de Conciertos de Sebastian Hacemusica.
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